Hoy
amaneció la ciudad de Caracas con un aire londinense. La llovizna que mantenía una
temperatura que provocaba no salir de la cama y una bruma que conservaba las
luces de las avenidas encendidas, nos presentaba una escena digna de una película
al mejor estilo europeo.
Y
es que Caracas, a pesar de su desarrollo anárquico, su elevado nivel de contaminación
ambiental, la crueldad como la han tratado sus planificadores y desarrollistas,
sean estos del sector oficial o privado, y la agresión a la que la someten
muchos de sus munícipes; no deja de sorprendernos con su ternura de ciudad la
cual, en su estirpe, es amable, cariñosa, afable, entregada a lo hermoso y
siempre llamándote la atención que lo bello no debe estar reñido con el
desarrollo.
Hoy
nos dio una nueva manifestación de su bondad. Veamos qué podemos hacer por
ella, la eterna Caracas.
ITP
Foto
tomada desde el Parque Central, vista hacia el centro de la ciudad, a las 7.20
AM
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